Basta girar el sentido de un catálogo A4, de vertical a horizontal, para que éste sea más notorio. Este formato nos permite además una distribución más clara y visualmente más atractiva de toda la información.
Para la portada quise utilizar el elemento humano y de esta forma construir un mensaje industrial más emocional y sorprendente.
Tanto gustó el concepto de la portada que la empresa decidió trasladarlo a gran escala al stand de la Biemh donde se iban a presentar los catálogos.